“Tus ojos
castaños con destellos esmeralda, Luisa, ofrecieron abrigo a
nuestras almas con el amoroso abrazo de tu mirada gentil. Y
a través de tus ojos, tu espíritu
brillaba, fuerte y duradero como el humilde castaño, nutriendo pero
apenas recibiendo, a menudo amando y perdonando en silencio.
Ahora que
los vientos
otoñales
te han
llevado
lejos de
nosotros,
nuestros
corazones
han sido
arrojados para siempre a la oscuridad del invierno, quedándonos solo
con los recuerdos de las primaveras y
los veranos
iluminados
por el
brillo de
tus
hermosos
ojos de
castaño”.
Tu
esposo,
hijo,
familia
y
amigos.
Vivirás
para
siempre
en
nuestro
recuerdo.
Te
queremos.
Liturgia HOY
MIERCOLES, a las SEIS de la tarde, en la capilla del tanatorio de
Pereiró, seguida de la incineración, a las OCHO de la tarde.
Sala
de
velaciones
4
del
tanatorio
de
Emorvisa
(Pereiró).