Tu mujer, Esperanza; hijas, Espe, Susana y Mónica; yernos, Jose y Mundi; nietos, Jorge, Alba, Adriana, Paula y Uxío; tu hermana, Angeles; tus sobrinos, cuñados y demás familia.
El tiempo no se para y una década pareciera un año cuando pensamos en ti. Vivo siempre tu recuerdo en nosotros. Imposible olvidar tu cariño, protección, fortaleza y el carácter alegre con el que llenaste nuestros días.
Tu familia siente aún el calor del noble corazón que nos arropó cuando hizo frío.
Te queremos y nunca te olvidaremos.